Me dijo que la encontró tirada en el suelo y que cruzó sin querer mirar.
Después de unos pasos volvió.
No la puedo coger, pensó
y la dejó de nuevo entre el fango para no regresar jamás.
Ahora la noche lo despierta en su murmullo.
Y a las piedras les musita al oído su secreto.
Un susurro reflejo y pétreo,
un reconcomio que arresta su moral.
Las piedras lo que andan, lo que están dispuestas a ver y a callar. Testigos mudos de la vida. Un hito en la historia diaria es lo que nos encontramos cada día. Y debemos aprender. Me gusta, me sugiere cosas.
ResponderEliminarSi que lo son:)
EliminarMuchas gracias CESAR!!